“Lluís LLeó (Barcelona, 1961) tomó la decisión de su vida en 1989. Hizo las maletas y se instaló en Nueva York, con más pánico que ilusión, todo sea dicho. No perseguía ningún sueño ostentoso de gloria. Solo quería crear su propia obra.”
"(...) Sus obras tienen densidad emocional y se dirigen a espectadores con ganas de hacer el esfuerzo de mirar, lo cual no significa que tengan que interpretar un mensaje oculto, y aún menos que sean recompensados con un simplista efecto terapéutico. Todo es mucho más complejo."