Esta exposición individual y retrospectiva de Nicolás de Lekuona (1913-1937), la primera en Barcelona de esta envergadura en un centro privado, ofrece un recorrido por su corta pero trascendental carrera a partir de más de sesenta obras entre las que, además de óleos, dibujos y collages, también hay una selección de fotografías y fotomontajes procedentes directamente de la colección de la familia del artista. A pesar de su muerte prematura con 24 años durante la Guerra Civil, el espíritu innovador y experimental de sus obras han hecho que Lekuona se haya convertido en un miembro destacado de la vanguardia española y un referente insoslayable. Durante su corta vida desarrolló todo un legado artístico de gran calidad y diversidad, buena parte del cual podrá verse en esta antológica hasta el 25 de septiembre.
Nicolás de Lekuona nace en la localidad Guipuzcoana de Villafranca de Ordizia en 1913 y ya desde muy joven se interesa por el arte moderno. Estudia en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad donostiarra y posteriormente entra en la Escuela de Aparejadores de Madrid época en la que conoce a Ramón Gómez de la Serna, Concha Espina y al crítico Manuel Abril. Es en esta etapa cuando empieza a participar en exposiciones colectivas obteniendo el segundo premio en la Exposición de Artistas Noveles Guipuzcoanos de 1993. En 1934 muestra sus fotografías, junto a las esculturas de Jorge Oteiza y las pinturas de Narciso Balenciaga, en una exposición en el Kursaal de San Sebastián. En 1935 termina sus estudios y empieza a trabajar con el arquitecto Florencio Mocoroa realizando viviendas funcionales. Nicolás de Lekuona murió en 1937 víctima de los bombardeos de Furniz (Vizcaya). Su obra no recibió su merecido reconocimiento hasta finales de los años 80 cuando se empezó a mostrar en importantes exposiciones colectivas e individuales.