Cardona Torrandell

Barcelona, 1928 – Sant Pere de Ribes, 1995

Los inicios de Cardona Torrandell, vistos con perspectiva, son francamente atípicos. Un joven absolutamente desconocido en los ambientes culturales de la ciudad, que tan sólo cultivaba la pintura como afición, irrumpe con fuerza en el panorama artístico catalán.

A nivel formativo, podemos decir que Cardona es autodidacta, un espíritu libre que vivía al margen de convenciones y normas. Ninguno de los trabajos que tuvo, ni ninguna de las formaciones artísticas, se prolongaron en el tiempo. Sin embargo, su paso por el Institut del Teatre fue importante.

Las primeras pinturas y dibujos que conocemos beben de las fuentes estéticas de Gimeno y Nonell y ya destacan por su miserabilismo, por tratar temas de alcance social y por una profunda melancolía. De alguna forma, a través de su obra, Cardona se avanza a las reivindicaciones de los años sesenta, a los inicios de la sociedad de masas. Con su obra sugiere una mirada crítica, una mirada irónica y cruda en el mundo capitalista.