Gaston Chaissac

Gaston Chaissac "Bonhomme" 1959 tinta sobre papel Kraft 99 x 65 cm
Gaston Chaissac "Portrait aux yeux ronds" 1941 gouache sobre papel 24 x 15,5 cm
Gaston Chaissac "Composition à deux personnages" 1942-1943 tinta sobre papel 29 x 29 cm
Gaston Chaissac "Composition aux formes enchevêtrées" 1942 tinta sobre papel 24,2 x 31,8 cm
Gaston Chaissac "Maison sur pilotis" 1942 Gouache y tinta sobre papel 32 x 23,7 cm
Gaston Chaissac "Composition" 1942 gouache y tinta sepia sobre papel 50 x 66 cm
Gaston Chaissac "Paysage maison jaune" 1959 gouache y tinta sobre papel 27 x 21 cm
Gaston Chaissac "Composition" 1961 gouache sobre papel 31,3 x 24,2 cm
Gaston Chaissac "Composition à un personnage à la plume" 1955 gouache, collage y tinta sobre papel de periódico 26,8 x 41,2 cm
Gaston Chaissac "L'Homme au béret" 1961-1962 gouache y collage de papeles  de tapicería 59,5 x 84 cm
Gaston Chaissac "Sans titre" c.1961 óleo sobre panel 74 x 63 cm
Gaston Chaissac "Portrait au visage vert" 1959 óleo sobre papel sobre tela 64 x 49 cm
Gaston Chaissac "Balai" c.1953 escoba de paja pintada 130 x 21,5 cm
Gaston Chaissac "Totem" 1963 óleo sobre madera 244 x 31,5 x 3 cm
Objetos, pinturas, dibujos, collages
3 Mayo - 15 Junio 2018

La Galeria Marc Domènech presenta la muestra “Gaston Chaissac. Y a d’la joie… con el objetivo de llenar un vacío incomprensible en nuestra casa en el listado de exposiciones de artistas europeos de la primera mitad del siglo XX. La obra de Gaston Chaissac (1910 – 1964) es extraordinariamente desconocida por el público general. Solamente una vez se presentó una pequeña selección de su obra en España y fue en Barcelona, en la desaparecida galería Adrià, en 1971. Esta muestra individual y retrospectiva de la obra de Chaissac que se expone en las salas de la galería es la más importante jamás realizada en el estado.

“Gaston Chaissac. Y a d’la joie…con cerca de 40 piezas entre objetos, pinturas, dibujos y collages nos propone un recorrido amplio y completo por toda su original producción artística. Su obra es desenfadada, irónica, subversiva e irreverente. A pesar de su aislamiento social y personal y un frágil estado de salud que le trastornó toda la vida, Chaissac produjo una obra deliberadamente alejada de los grandes movimientos artísticos de la época. Sus personajes nos introducen en un mundo fantástico, irreal, de monstruos sonrientes que emergen de composiciones abstractas y de objetos cuotidianos y insulsos que con su intervención artística les otorga un nuevo sentido, una nueva vida. No en vano, esta desbordante energía creadora, acabó dejando huella, personal en unos casos, artística en otros, en personalidades tan relevantes del mundo del arte como Otto Freundlich, Albert Gleizes, Auguste Herbin o el mismo Jean Dubuffet.

Su capacidad de mantenerse en los a menudo fructíferos umbrales entre estilos y disciplinas le convierte en uno de los artistas más originales de su tiempo. Tal y como le describía Joan Perucho en el año 1971, “Gaston Chaissac fue un hombre sencillo que, de todas las amarguras de la vida, extrajo la capacidad suficiente para poder renacer su infancia. Sus ojos metamorfoseaban las cosas con la alegre exaltación de los niños, pero dotándoles de la salubre ironía de los adultos.”

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